Hola
Voy a copiar y pegar la cronica de esta ruta,(AL MENOS LAS FOTOS) que ha realizado el amigo Geo (Jose) al que algunos ya conoceis con su Deauville granate, en la salida a Sierra Nevada (arroz caldoso) o con su chaleco amarillo en la ruta de las VINAGRERAS.
Crónica Ruta 2013
Preparativos
Otros preparativos son las pegatinas al casco para circular por Francia, si no las hubiera puesto seguro que nos paran pero como se las puse pues nada (ley de Murphy), de todas formas vimos pocos cascos con pegatinas y menos chalecos reflectantes, pero en fin, nosotros íbamos cumpliendo con la ley, je, je.
Para empezar y como somos unos mamonasss cambiamos el recorrido previsto, je, je.
No es de extrañar, lo hacemos siempre.
Este es el recorrido definitivo:
Día 1 (11 julio)
Madrugón que te cagas, hemos quedado a las 7 de la mañana en La Tana y allí estamos prestos y dispuestos a hacer un montón de kilómetros, yo en particular nervioso y casi sin dormir la noche anterior.
Sobre todo después de ojear las páginas del tiempo, se supone que nos va a pasar de todo y hay que preparar la maleta para todas las adversidades del tiempo. Y la verdad es que tanto equipaje nos ha venido bien, ya que, tal y como decían las páginas hemos tenido de todo, desde calor asfixiante hasta un frío que pelaba, tormentas incluidas.
Del primer día poco que decir, muuuuchos kilómetros y casi todo autovía, para no hacerlo tan aburrido nos desviamos por Manzanares camino de Utiel (Pedro creía que nos íbamos para Valencia, ja, ja), a partir de aquí una carretera GENERAL de las de antes, no creía que quedaran carreteras así en España, ufff.
Almorzamos en Ademuz, en Casa Domingo, y ese fue el fallo, que como fuimos a comer en jueves pues la comida, bueno por no decir otra cosa la berenjena pasable pero el pollo pa tirarlo, este es el susodicho restaurante para que tengáis cuidado si paráis a comer.
De ahí a Teruel, que no paramos ni para un café, y ya todo autovía otra vez hasta Zaragoza. Ésta ciudad nos la encontramos con una temperatura agradable (38 grados) y tras pelearnos un buen rato con el navegador llegamos al hotel.
Foticos de la Pilarica:
Y la foto que describe mejor el momento:
Solo decir que en la cena también tuvimos nuestros mas y nuestros menos ya que a la “agradable” camarera no le pareció bastante nuestra comanda para ni siquiera ponernos manteles, cosa que se arregló con un poquito de guasa y comentarios intencionados.
Noche terminada al hotel y a dormir
Día 2 (12 de julio)
Este es nuestro día, el mas esperado por mi, nos queda una jornada que ni por asomo creía que se nos iba a hacer tan larga, pero ESPECTACULAR (siento repetirme tanto con esta palabra).
A las 7 de la mañana (si lobo, a las 7) ya estábamos subidos en las burras, así a pelo, sin un café ni ná, estos moteros son duros de verdad, je, je.
La primera parada fue a 70 kilómetros en Huesca, allí por fin nos tomamos el primer cafelito que por cierto estaba muy bueno.
De ahí, del tirón hasta Sallent de Gállego, era la última gasolinera “a precio español” y allí repostamos hasta la bola para ver si nos podíamos librar de los precios gasolineros franceses (en mi caso y Arlandi no fue así, que que tuvimos que repostar en Francia )
A partir de aquí abordamos ya la entrada al país de los gabachos por el paso del Portalet, y empezaron las emociones, todo lo que diga es poco.
Para empezar diré que es la única autovía en España en la que veo que se está trabajando, están haciendo una de mas carriles, bueno por lo menos todavía hay dinero para algunas cosas.
Tanto la subida al puerto como su bajada son alucinantes, buena carretera y buenas curvas, lástima estár siempre acojonado con los radares pero en fin, muy buena carretera.
De lo más hermoso que hemos visto es el ascenso-descenso al puerto de Portalet (1.794 m). El recorrido se va abriendo paso por una angostura feraz hasta ensancharse de par en par a la visión del macizo más fotográfico de toda la cordillera, el pic du Midi d’Ossau. Son unos 30 km fascinantes que se conducen como si se tratase de imitar el vuelo de los pájaros entre praderas de alta montaña moteada de bordas de piedra.
Al terminar el puerto nos encontramos con el “Lac de Fabréges, y aquí teneís unas cuantas fotos:
Continuando con nuestro camino, seguimos bajando por la D934 camino a la bifurcación para coger puertos, aquí también hicimos algunas fotos:
A partir de aquí cogemos la D918 camino de los puertos, empezamos por el Col d'Aubisque, estas son fotos de la subida
El tramo que hay entre uno y otro puerto no es ninguna tontería; de hecho, hay que tener bastante cuajo para recorrerlo (sobre todo el kilómetro crítico) sin guardar el debido respeto, es decir, sin grandes dosis de prudencia. Y si bien los quitamiedos nos dan miedo a los motoristas, aquí no.
Aquí da miedo el que no los haya, al percatarse de que entre estar en la tierra firme de la carretera o en las profundidades del desfiladero, cientos de metros más abajo, solo miden unos centímetros. Ese es el margen de error sino se quiere complicar las cosas al seguro.
Es más, la carretera se cierra al tráfico por la noche y así se anuncia en grandes carteles que informa de los horarios en los que su recorrido está autorizado.
Sin duda, el col d’Aubisque es el más excitante de todos los puertos del Pirineo. No es un paso de alta montaña, es la alta montaña mostrándose en toda su grandiosidad.
Más allá de mitos y nombres legendarios, este puerto es el hito fundamental de toda travesía pirenaica en moto. Imprescindible.
Y esta foto es de la cima (alguno de mis compis seguro que tiene alguna mas de las bicis gigantes):
Seguimos por el puerto de Col de Soulor, y nos perdimos por falta de tiempo (o no porque no lo encontramos) la subida a el Col de Spandelles.
Todos estos puertos son ESPECTACULARES, carretera aceptable, e IMPRESIONANTES VISTAS, para mi lo mejor de toda la ruta, pero sinceramente esto hay que hacerlo como lo teníamos previsto en un principio, partir esta jornada en dos, al hacerlo todo en una sola jornada no se disfruta como se merece,
Día 2 (continuación)
Como he comentado antes no se disfrutó tanto de los puertos como tenía pensado, primero porque no encontramos el Spandelles, lo que hizo que fuéramos por una carretera convencional (mucho mas aburrida) y segundo porque una vez llegados a La ciudad de Argeles-Gazost, la ruta prevista era la del sur, peeeeero una tormenta de marzo hizo que la carretera estuviera todavía cortada por la riada,
con lo que nos tuvimos que dirigir hacia el norte (Lourdes) por otra carretera “nacional” insulsa, y además dando un rodeo poco menos que inhumano por innumerables pueblos franceses todos de “50”. Lo peor de lo peor. Alargando innecesariamente una ruta que es mucho mas amena y divertida por el otro lado.
En fín, no todo podía salir bien.
Después de rodear sin parar Lourdes, nos vamos para el sur de nuevo, otra vez a buscar montañas, nos faltaban los puertos míticos del Tour: Tourmalet y d`Aspin.
Como he comentado antes el Tourmalet lo tuvimos que subir y bajar por el mismo sitio, ya que por la parte sur (la bonita) estaba cortado.
Y la verdad que por esta vertiente el puerto deja mucho que desear para un motorista, es un puerto duro de cojones, propio para una etapa ciclista que quieras dejar “eslomaos” a los corredores, pero para ir en moto como que no, son curvas demasiado estrechas y pronunciadas para disfrutar algo en la moto.
Si no fuese por ese aura de aventura, misticismo y por las panorámicas más espectaculares del Pirineo central que se ofrecen a la vista, el ascenso resultaría bastante antipático: un pedregal de grandes proporciones cruzado por pistas de esquí
Dicho esto, aunque no fuéramos por la carretera molona llegar a la cumbre del Tourmalet tiene su recompensa, y no hablo de la foto, je, je.
Es para que darse un buen rato contemplando las vistas, que son FABULOSAS.
Ésta es la carretera por la cual deberíamos haber subido, una verdadera lástima que estuviera cortada, de todas formas disfrutamos un rato de las vistas
La moto de Pedro pesa lo suyo, je, je
Y otra vez “pa abajo”, por el mismo camino para buscar el último puerto (eso creía yo) el Col d'Aspin, puerto que la subida es poquito interesante y su alto es una explanada llena de vacas, no hay ni tienda ni dada de nada.
Pero que al bajarlo te encuentras, otra vez, con unas vistas ESPECTACULARES y carretera mas rápida que hizo que se me hiciera corto, tiene poderosas vistas sobre la dos vertientes, aviso para navegantes ¡¡¡cuidado con las mierdas de vacas
Ya a partir de este puerto empezamos a buscar la forma mas directa para Andorra, así que decidimos coger la autovía que nos acercara un poco mas directos a FOIX.
La autopistas francesas, rectas y aburridas, toda la peña va a 130 “clavados”, no hay diversidad como en España que cada coche va a la velocidad que quiere, ja,ja.
Aquí tuve el punto anecdótico de la jornada cuando pagué en la salida de la autopista y no se me abría la barrera, con lo que movilizamos a media plantilla para solucionar el problema. Por cierto, los franceses cuidan de los moteros cobrándoles solo la mitad, estas son las cosas que deberíamos copiar de europa y no otras.
Pero aquí no queda la cosa, nos faltaba el último puerto, el que hay antes de llegar a Andorra por la vertiente francesa, y además con tormenta incluida, aqúi decidimos casi por unanimidad (je,je) aplicar toda nuestra pericia, experiencia y destreza en moto subiendo y bajando un puerto terrible con condiciones de iluminación y meteorológicas adversas, pero como dijo Pedro “para una vez que vamos a ir por aquí en moto no vamos a coger el túnel, je, je (es que existe un tunel de pago, 6 leuros, para quitarse directamente todo el puerto).
Llegamos a Andorra buscando desesperadamente una gasolinera para Pedro, el tío aguanto el periplo francés dándose el gustazo de no repostar en tierras galas.
Resumen del día, ESPECTACULAR. Mas de 600 kilómetros y “solo” 15 horas en recorrerlos, agotador.
Ya en Andorra, encontramos fácil el hotel, como era tarde salimos inmediatamente a buscar alimento (estábamos con una pizza, buenísima por cierto, desde las 2 de la tarde, el lobo habría muerto de inanición)
Anécdota, Pedro pidió para cenar una pescadilla a la Malaguenya.
Anécdota 2, como no nos gustó la entrada al garaje la motos durmieron fuera, en la puerta del hotel, eso si, las arropamos con cartones para que los HDP de los gatos no nos rompieran los asientos
Dia 3 (13 julio)
Arlandi decidió que para él ya estaba de mas la ruta, así que al alba ya estaba otra vez en la burra, camino de Málaga, el tío se hizo Andorra-Málaga del tirón, ESO SON HUEVOS.
Así que nos quedamos Pedro y yo huerfanitos.
ANDORRA, que bonita ciudad de compras, todo igual de caro, solo si quieres cosas especialmente costosas en España vale algo la pena, para lo demás, mejor no ir.
Después de patearnos un rato la ciudad, visitamos un par de tiendas de motos, no compramos nada, un par de supermercados grandotes, ahí si compramos vicio para el nene (una par de cartones de tabaco) y Pedro picó en un reloj, bastante chulo por cierto y en un perfume.
Recogimos los bártulos y ala, otra vez en la moto.
Esta etapa y la siguiente todo fue tranquilidad, se nota que ya pesaba el cansancio.
De Andorra salimos bastante tarde, y lo mas curioso es que en la aduana (por parte andorrana) había un par de elementos con sendos ordenadores portátiles mirando matrículas, estaban a la caza de conductores que habían sobrepasado los límites de velocidad en el principado y claro, si no los cogen antes de pasar por la aduana no pagan la multa. Todo es un puto negocio.
Ya en territorio español, aunque no lo parezca, yo seguía sin entender los carteles, paramos a tomar cafelito, uno de los 40 que nos hemos tomado en toda la ruta.
Nada que decir de este tramo, solo que cogimos, por pereza, la autopista Lérida-Zaragoza y nos clavaron de maravilla.
De ahí dirección Madrid, pero como estábamos cansados, pues buscamos hotel en Guadalajara.
De esta parada lo mas relevante fue que la 5º planta del hotel era un auténtico horno y que había una bonita boda celebrándose en el mismo que nos amenizó con muchos “viva los novios” vivan los padrinos” y demás hasta altas horas de la madrugada.
Dia 4 (14 de julio)
Absoluta tranquilidad, de Guadalajara a Málaga por córdoba, haciendo infinidad de paradas ya que “nos sobraba” tiempo para llegar a buena hora.
Una de las paradas fue en Almuradiel, en el restaurante/hostal que nos recomendó Arlandi.
Almorzamos en Montoro, Córdoba, y tampoco tuvimos mucha suerte con el menú, está visto que manjares hemos disfrutado poco en este viaje.
Última parada de despedida en la Hiedra para despedirnos y para casa.
Antes de las 6 de la tarde en casita. Fin del viaje.
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