Suena el despertador. Son las seis cuarenta y cinco de la mañana. La noche ha transcurrido entre una mezcla de nerviosismo, incertidumbre y ganas de que sonara el despertador para comenzar la aventura; Me he despertado varias veces a lo largo de la misma, ansioso. La moto quedó preparada la noche anterior, cargada y lista para partir, por lo que solo queda desayunar y acudir al punto de partida, donde hemos quedado con los otros participantes en este viaje.
Seremos tres motos BMW y nuestros compañeros de aventuras en este viaje son: Juanlu y Ana-Tere que nos acompañaran con su BMW k 1200 GT; Fity y Mari-Carmen que lo harán con su BMW 1150 RT y nosotros (Navajas y Marilé), que lo haremos con BMW K-1200 LT y tenemos previsto recorrer unos tres mil quinientos kilómetros por las geografías de España y Francia.
Realmente este viaje comenzó a gestarse el año anterior, cuando volvíamos de visitar la Bretaña francesa y Le Mont Saint Michele, por la ruta del Loira. Hicimos noche en Sarlat la Caneda y después de visitar, de paso, algunas ciudades como Mompazier o Beynat, nos gustó tanto, que decidimos que la zona bien merecía dedicarles unas vacaciones y visitarla con tranquilidad.
Primera etapa.- Córdoba-Teruel.
Como Teruel era esa gran desconocida para nosotros (en otros viajes siempre quedó apartada y aislada), decidimos pasar la tarde y hacer noche en Teruel, posibilitando el conocer sus encantos monumentales y gastronómicos.
Partimos desde Córdoba por la A-4, ya que nos interesa llegar a Teruel lo antes posible y hacer turismo por la ciudad, por lo que no hay nada digno que destacar al circular por una autovía, y ser, prácticamente, una etapa de transición.
En Guarroman (Jaén), paramos a tomar un café y repostar las motos, ya que es conveniente ir coordinados a la hora de efectuar los repostajes (llevamos maquinas con autonomías parecidas) y haciéndolo los tres a la vez, se pierde menos tiempo para estos menesteres y al mismo tiempo se pueden combinar con pequeños descansos.
Pasamos el Desfiladero de Despeñaperros y sus nuevos túneles y puentes recién inaugurados y abiertos al tráfico. Gran obra de infraestructura la que se ha realizado en ese angosto paraje. Continuamos dirección Manzanares, donde nos desviamos por la A-43, hasta Utiel y desde aquí directamente a Teruel, por una bonita carretera y bastante motera.
Llegados a Teruel, el alojamiento se realizó en el Hotel Torico Plaza; establecimiento muy céntrico y que cuenta con Parking para guardar las motos (requisito indispensable a la hora de elegir hotel). Fueron seleccionados por Booking desde Córdoba y la verdad es que han estado bien, a un precio asequible.
Es la capital de la provincia con el mismo nombre y posee un importante patrimonio artístico mudéjar (parte del cual ha sido reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad). Con 35.288 habitantes en 2011, es la capital de provincia menos poblada de España. Se encuentra en la confluencia de los ríos Guadalaviar (o Turia) y Alfambra. Situada a una altitud de 912 m su clima se caracteriza por inviernos fríos y veranos cálidos y secos.
Entre sus atractivos turísticos se encuentran sus edificaciones mudéjares, el mausoleo de los Amantes de Teruel, El Torico y el centro paleontológico Dinópolis. Los monumentos mudéjares más destacados son la iglesia de Santa María, catedral de la diócesis de Teruel, y las torres de El Salvador, San Martín y San Pedro, a cuyos pies se encuentra la iglesia que recibe el mismo nombre, también de arte mudéjar.
Tras la reparadora duchita y cambio de ropa, salimos a tomar “unas cervecitas” y recorrer la ciudad, visitando sus monumentos más emblemáticos. Siendo una ciudad pequeña, nos sorprendió el magnífico ambiente que había en su famosa Plaza del Torico. Realizamos un recorrido por los principales monumentos de la ciudad (Catedral, Torres, plazas, calles, …) y acudimos a cenar a un lugar que nos recomendaron (Paseo del Ovalo), donde existen multitud de bares y restaurantes, y lo hicimos fabulosamente.
2 ª etapa Teruel – Albarracin – Jaca
Quedamos a las 8,00 horas y nos llegamos a desayunar. Queríamos degustar la famosa “trenza” de Teruel, en una famosa pastelería que tiene fama y que está ubicada en la mismísima Plaza del Torico. A continuación, sacamos las motos del aparcamiento del hotel y encaminamos la marcha para conocer Albarracin. Este pueblo medieval, Monumento Nacional desde 1961 y actualmente propuesto para ser declarado Monumento de la Humanidad, por su belleza e importancia de su patrimonio.
El casco antiguo se encuentra construido sobre las faldas de una montaña, rodeada casi en su totalidad por el río Guadalaviar. Al norte se encuentra la sierra de Albarracin. Dentro del pueblo, sus calles son muy empinadas y estrechas, con rincones muy pintorescos y con mucho encanto, quizás por ello figura en casi todas las guías turísticas como uno de los pueblos más bonitos de España.
Desde Albarracin (Teruel) y por la A-23, con un calor agobiante, marchamos para visitar el Monasterio de San Juan de la Peña (Huesca). Comimos en la circunvalación de Zaragoza (en una bodega-restaurante). Tras continuar camino, nos desviamos en Ayerbe y por la A-132, pasamos por Riglos. Preciosa carretera y magnificas vistas. Los Mallos de Riglos impresionantes y muy fotográficos. Son unas formaciones geológicas de tipo “mallo”, situadas en la localidad de Riglos a unos 45 Km. al noreste de Huesca capital. Son un verdadero paraíso para montañeros, escaladores y amantes de la naturaleza.
En pleno Pirineo Aragonés, se encuentra el espectacular espacio natural protegido de San Juan de la Peña y destaca el Monasterio Viejo, joya de la época medieval, situado en Santa Cruz de las Seros, al suroeste de Jaca. Fue el monasterio más importante de Aragón en la alta Edad Media.
Su subida en moto es espectacular, son pocos kilómetros pero se trata de una sucesión interminable de curvas, por una carretera bastante estrecha, pero solo la vista del monasterio y su enclave vale la pena hacerla.
Se trata de un espacio protegido en un lugar paradisíaco.
Bajamos por la parte contraria de la montaña y la tarde-noche la dedicamos a visitar la ciudad de Jaca y sus monumentos más emblemáticos.
Jaca es la capital de la comarca. A unos 75 kilómetros de Huesca. Está situada al norte de la provincia, en el Valle del Aragón, en una depresión de la Canal de Berdún, a 818 metros de altitud, a la sombra de la Peña Oroel, en el Pirineo central, lo que la convierte en uno de los mejores lugares para practicar los deportes de invierno en España. Parte de su término municipal está ocupado por el Paisaje protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel.
Para esta visita contamos con un guía de excepción Fity, que estuvo varios años viviendo en Jaca y cuenta con multitud de amigos en la misma. Por la noche, junto con unos de esos amigos, entre cena, copitas y charla nos acostamos tardísimo. Así que al día siguiente se acabarían nuestras buenas intenciones sobre madrugar.
3º Etapa Jaca –Bergerac
Tras la “movidita” noche anterior, quedamos a las 9,00 horas para desayunar en el Restaurante del Hotel Mur. Después de un magnifico y copioso desayuno y tras solvertar Juanlu un pequeño problema que tuvo en sus gafas (momento que aprovecharon las mujeres para visitar la Catadral de Jaca por dentro); emprendemos las marcha, pero ya eran mas de las 10,30 horas y tenemos 375 km. por delante.
Encaramos la N-330 hasta la estación internacional de ferrocarril Canfranc. Es Bien de Interés Cultural, ya que así fue catalogada el 6 de marzo de 2002. Ofrecía conexiones internacionales con Francia, pero estas quedaron suspendidas el 27 de marzo de 1970, cuando un tren de mercancias descarriló, provocando el derrumbe del pueste de L´Estanget. En ella se rodaron escenas de la famosa pelicula Doctor Zhivago. Tambien se cuenta que alli tuvo lugar el encuentro entre Franco e Hitler y que marco la no entrada de España en la II Guerra Mundial. Hoy está en proceso de rehabilitación.
Paramos para hacernos las pertinentes fotos y retrocedimos para hacer por el tunel de Somport. Este tunel de 8.608 metros, es uno de los mas largos de España y fue inaugurado en 2003. Magnifica obra de infraestructura a mas de 1600 metros de altura y que antes de su existencia, limitaba muchisimo el tráfico invernal entre ambos paises.
El paso del tunel de Somport, donde la temperatura baja bastante, hace que las mujeres pidiesen parar para abrigarse algo y lo hicimos a la entrada de este pueblecito, que no recuerdo su nombre ¿Bedous?
Por unos magnificos paisajes y mucha curvita, los kilometros van pasando, asi como los pueblos (Asasp-Arros, Oloron-Sainte-Marie… ) En un momento determinado y ya cerca de Pau el Tom-Tom decidió, por su cuenta, hacernos una visita turistica, llegamos a un pueblo ¿Lauseube? y paramos a comer y lo hicimos fabulosamente.
Rodeamos Pau y ya con un poco de prisa, porque queriamos aprovechar la tarde para conocer Bergerac, comenzamos a pasar ciudades y pueblos sin pararnos, hasta St. Justin y desde alli, por la D-933 a Marmade, para posteriormente ir directamente hasta Bergerac.
Despues del alojamiento, guardar motos y la correspondiente duchita, salimos a conocer Begerac y buscar un lugar donde cenar.
Bergerac une la dulzura de sus paisajes al encanto de su casco viejo. El Dordoña, uno de los rios mas bonitos de Francia, cruza su territorio. Su casco viejo, renovado, es el lugar preferido por sus visitantes que aprecian pasear por sus calles y plazoletas admirando sus edificios reformados.
4ª Etapa. Bergerac-Perigueux-Brantome-Sarlat.-
Quedamos para desayunar y optamos por hacerlo en una cafetería en el centro de Bergerac, junto a la Catedral. Que buena la bollería francesa. De buena gana probarías todo lo expuesto en la vitrina. Después del delicioso y copioso desayuno, arrancamos las motos y marchamos, por la N-21, hacia Perigueux.
Perigueux es una ciudad de unos 30.000 habitantes. Paso obligado para el turismo del Perigord, donde su animado centro comercial y su pasado histórico hacen una ciudad vibrante y habitable. Su patrimonio te lleva al regreso de los días felices del imperio romano, con sus numerosos restos. En otra parte de la ciudad se asientan las calles y plazas medievales y su catedral. Este edificio que se muestra muy orgulloso, está construido en el camino a Santiago de Compostela y es paso obligado para los peregrinos.
Aparcamos en el centro de Perigueux, (ventaja de ir en moto) nos dirigimos a la Oficina de Información Turística, que se encuentra al lado, y una vez que hemos obtenido información y un plano de la ciudad (al precio de 0´50 euros), comenzamos la visita de su casco histórico.
Una vez que tuvimos una idea de lo que es la ciudad (para conocerla bien hace falta un par de días), por la carretera D-939, encaminamos nuestras motos hacia Brantome.
A veces, la naturaleza y el trabajo del hombre se unen y hacen cosas increíbles y componen obras maestras. Pues bien, este es el caso de Brantome. Es un sueño. Una de las ciudades más bellas del Perigord. Los monjes construyeron una abadía cuya torre domina el valle y está toda rodeada de canales, jardines, flores y agua. La denominan la Venecia del Perigord. Imprescindible su visita.
Preciosa de verdad la ciudad de Brantome (no tienes ganas de irte), pero había que ir a Sarlat de la Caneda, donde teníamos la reserva del hotel y además, según la documentación de la reserva efectuada, había que tomar posesión de las habitaciones del hotel, antes de las 20,30 horas, así que no hay mas remedio, en marcha hacia Sarlat.
La carretera preciosa y muy, muy motera. Curvas, curvas, curvas… Pasamos por lugares donde no se veía el cielo, ya que la amplísima vegetación lo impedía. En Sarlat la Caneda, este día, solo tuvimos alojamiento en el hotel, duchita, a cenar y prontito a la cama, ya que estábamos realmente cansados y habíamos pasado muchísima calor. Mañana será el día oportuno para conquistar Sarlat.
5ª Etapa- Sarlat-Sarlat.
El mercadillo de Sarlat de la Caneda tiene fama por lo enorme que es y la variedad de productos que exponen y se venden. Toda la ciudad se convierte en “mercadillo”, así que no había mas remedios que hacerle una concesión a las mujeres. Asi que, hoy toca poca moto. Solo del hotel hasta el centro de la ciudad, para dedicarle la mañana del sábado al “mercadillo”.
Cuando terminamos de comer, sobre las 15,30 ya no había ni rastro del famoso “mercadillo” y encontramos la verdadera ciudad de Sarlat de la Caneda. Preciosa, Se trata de una ciudad monumental, que creció alrededor de una abadía benedictina. Tiene fama de tener la mayor densidad de monumentos históricos y es una de las ciudades medievales más bellas de Francia. La villa se sitúa en el Périgord Noir.
Son numerosos los turistas de Francia y del norte de Europa los que visitan la villa durante sus vacaciones, según estimaciones realizadas por el propio Ministerio de Turismo, la arquitectura de Sarlat la Caneda la hace el lugar más visitado de la Dordoña y el decimocuarto de Francia con 1.500.000 visitantes al año.
Si visitas Sarlat, no puedes dejar de probar su famoso Foi-Gras; los cocinados con trufas y sus setas (boletus y niscalos)
Total, que al final dedicamos el día completo a conocer Sarlat la Caneda. La verdad es que la ciudad lo vale y no te deja de sorprender. Por la noche también está superanimada. Así que después de la cena, hotel, duchita y a dormir que para el día siguiente tenemos muchísimo previsto.
6ª Etapa Sarlat – Domme – La Roque-Gageac – Parc Marqueyssac – Chateau de Castelnaud - Limeuil – Le Buge (Gouffre de Proumeussac) - Sarlat
Quedamos a las 8,00 horas para emprender la marcha y desayunar por el camino. Así que nuestro primer destino será Domme y allí desayunaremos. Domme es una ciudad fortificada peculiar ; normalmente este tipo de bastidas eran edificadas por decisión real o señorial respondiendo a necesidades militares y en menor medida a económicas.
Es una ciudad que se encuentra edificada con una altitud altisima, sobre el valle. Tiene rampas de subida de mas del 20%. Son pocos kilómetros (6-8) pero con bastante desnivel (muy empinados), así que imaginaros las vista desde los diferentes miradores con que cuenta. Se puede divisar todas las ciudades y castillos que hay alrededor, en un radio bastante grande.
Tras visitar Domme y sus miradores naturales. Bajamos a visitar La Roque-Gargeac. Este poblado situado a los pies de un acantilado, ha estado ocupada por seres humanos desde la prehistoria. De la época galo-romana, quedan los vestigios de una antigua vía y el emplazamiento de una villa, así como un pozo romano en un estado impecable. La ocupación que se conoce del lugar es, sin embargo, menos distante, ya que sucede alrededor del año 849 con la llegada de los normandos al Périgord. Época de invasiones, vikingos, con sus drakkars navegando por el Dordoña, Todavía quedan los antiguos fuertes construidos en el acantilado por los habitantes del poblado, para protegerse de estos últimos. Otros vestigios de esta época son los recintos con casas fortificadas, que hicieron de Roque-Gageac una verdadera fortaleza. Este asentamiento realmente fortificado resistió las hostilidades entre franceses e ingleses.
El paseo por el río Dordoña es obligado, ya que las vistas del poblado desde el río, así como de los castillos Castelnaud, Marqueyssac y Beynat, son inmejorables.
Tras visitar Le Roque-Grageac y nuestro paseo en gabarra, nos dirigimos para visitar el Parc Marqueyssac y sus famosos jardines, pero después de subir la enorme pendiente, había que esperar bastante para poder proceder a su visita, así que nos conformamos con admirar sus vistas, desde el mirador, y bajamos a comer.
Una vez que hubimos repostados e hidratado nuestros cuerpos, nos dirigimos al Chateau de Castelnaud. Preciosa subida, aunque, como no podía ser de otra manera, bastante empinada.
Las vistas son espectaculares aunque hacia un calor de justicia. Cuenta con una colección de armas, armaduras y restituciones, a tamaño natural, de máquinas de guerra (almajaneque, trabuco, pedrero, correón) de la Edad Media y algunos aspectos de la vida de los señores de Castelnaud, con el jardín de inspiración medieval y el torreón amueblado.
Después de visitar le Chateau de Castelnaud, nos dirigimos a Limeuil, pero no se si fué porque en el pueblo había algún tipo de fiesta (romería, festividad con comida a la orilla del río o algo parecido con mucho bulliocio y gran aglomeración de personas), que no dimos con la zona mas bonita o que ya íbamos algo cansados y con bastante calor, pues lo cierto es que el pueblo no nos gustó demasiado. Tomamos un refresco, descansamos un rato y nos dirigimos a Le Bugue, con idea de visitar la Gouffre de Proumeyssac. Cuando llegamos a Le Bugue y viendo la hora que era y conociendo los horarios franceses, decidimos dar una vuelta por el pueblo, tomar una cerveza, descansar un ratito y dejar para otro día la visita a la Gouffre de Proumeyssac.
Tras tomar la cerveza y descansar un rato volvimos a Sarlat. Así que hotel, duchita, cena y a dormir.
7ª Etapa. Sarlat la Caneda – Gouffre de Padirac (Cuevas) - Rocamadour – Saint Cirq Lapopier - Sarlat la Caneda.
Hoy nos toca visitar Le Gouffre de Padirac, cuya visita llevamos ya cerrada. Según la información con la que contábamos, en Julio y Agosto, se forman grandísimos colas para obtener los ticket de entrada, por lo que, para no perder tiempo en colas, los sacamos por Internet desde Córdoba. Tenemos la visita programada para las 11 horas, así que como nos encontramos a unos 50 kilómetros podemos disfrutar algo más de “camita”.
Desayunamos por el camino y nos encaminamos directamente hacia Padirac, donde llegamos sobre las 10,40 horas. El tiempo hasta nuestra visita lo dedicamos a recorrer los exteriores y ver que realmente había bastante cola para la obtención de los ticket. Tienen una ventanilla especifica para el personal que ha obtenido sus entradas vía Internet, por lo que un ratito antes apareció una chica en la ventanilla y a las 11,00 en punto estábamos bajando. Todo perfecto.
Gouffre de Padirac es una cueva situada en Gramat, departamento de Lot, en Francia. La formación de la sima fué debido a un hundimiento de la bóveda. Sabemos que existía en siglo III de nuestra era. Fue habitada hacia el final del siglo XIV y al final del siglo XVI época durante la cual los autóctonos sacaban salitre, ya que la vinculaban con el diablo. El célebre espeleólogo Éduard Alfred Martel fue el "descubridor" de la sima de Padirac y de su río y exploró los 2400 metros de la misma por primera vez los días 8, 9 y 10 de julio de 1889.
Si pasas por allí, o tienes la posibilidad de ir, no lo dudes, realmente es un lugar que vale la pena visitar. Te dejo la dirección de su pagina web, para que te hagas una idea.
http://www.gouffre-de-padirac.com/#/es
Tras visitar la Gouffre de Padirac, encaminamos la marcha hacia Rocamadour. Preciosa visita. No se puede dejar pasar. La llegada es espectacular, pasando la carretera por túneles horadados en la roca y con unas vistas espectaculares.
Su nombre viene de las reliquias de San Amador, cuyo cuerpo, presuntamente incorrupto, fue encontrado por monjes Benedictinos en el interior del santuario mariano, en el año 1162. Este poblado, debido a la gran belleza de su situación, la hace apta para los artistas y excita la curiosidad de los arqueólogos; pero su reputación proviene especialmente del célebre santuario de la Virgen Negra, que durante siglos ha atraído peregrinos de todos los países, entre ellos reyes, obispos, y nobles.
La ciudad también da su nombre Rocamadour al queso de leche con denominación de origen, desde el año 1996, el cual se elabora con un cierto tipo de cabra. Aunque los peregrinos de la Edad Media hicieron el camino de Santa María de Rocamadour, el nuevo camino de Santiago, elegido en el siglo XX gracias a los caminos de excursión llamados GR, transformó esta dirección en una variante del camino del Puy-en-Velay. A lo largo de este nuevo sendero, se pueden encontrar bastantes tallas dedicadas a la Virgen Negra. La localidad está catalogada como un Grand site national de Francia.
Desde Rocamadour marchamos a Saint-Cirq-Lapopie (en occitano Sent Circ) es una comuna francesa del departamento de Lot en la región de Mediodía-Pirineos. Está clasificada en la categoría de les plus beaux villages de France. Está situada 30km al este de Cahors, a orillas del Río Lot, dentro del territorio histórico de Quercy y en pleno corazón del Parque Natural des Causses du Quercy. Solo los accesos en moto son espectaculares. Una subida con muchisima pendiente, pero preciosa y sus vistas son espectaculares. Realmente vale la pena visitar.
Y desde aquí a Sarlat donde llegamos bastante tarde, así que a “pizcar” algo de cena y a dormir, que mañana será otro día.
8ª Etapa. Sarlat – Le Madelaine – La Roque Saint Christophe – Les Eyzeis de Tayac – Le Gouffre de Proumeyssac – Sarlat.
Volvemos a quedar a las 8,00 de la mañana, para degustar la famosa bollería francesa y una vez que hemos calmado a nuestros estómagos, comenzamos la ruta de esta 8 Etapa y que “a priori” promete muchísimo. Teníamos mucho pueblecitos previstos visitar, pero al final hemos preferido recortar algo la ruta, para no ir excesivamente rápidos, en nuestras visitas, y teniendo en cuenta lo que tenemos hoy por delante.
La Madeleine es un yacimiento arqueológico de época paleolítica, situado en el municipio de Tursac, en el departamento de la Dordoña, al suroeste de Francia. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1979, formando parte del lugar «Sitios prehistóricos y grutas decoradas del valle del Vézère». Se trata de un abrigo rocoso y no de una cueva. Suministró numerosos objetos de arte mobiliario de finales del Paleolítico superior y es el lugar epónimo del Magdaleniense. Lo descubrió y excavó Éduard Lartet. El lugar fue ocupado en la Edad Media. Permanece como testimonio de este pueblo troglodita una iglesia parcialmente cavada en la roca y las ruinas de un castillo que dominaba el lugar.
Desde aquí, continuamos la marcha para visitar La Roque Saint Christophe.
Este verdadero muro de piedra, de un kilómetro de largo y ochenta metros de alto, está surcado por un centenar de refugios bajo roca y largas terrazas aéreas.
Estas cavidades naturales fueron ocupadas por el hombre en la Prehistoria y después se modificaron hasta convertirse en una fortaleza y una ciudad en la Edad Media.
La visita de la Roque St Christophe permite hacerse una idea precisa del modo de vida que llevaron durante milenios nuestros ancestros trogloditas.
Se recrea con figuras y utensilios que simulan las diferentes epócas por las que vamos pasando y está amueblada y con máquinas de ingeniería reconstituida en homenaje a los grandes constructores medievales. La publicidad te indica que la visita comenzó hace 55.000 años.
Con posterioridad tras descansar un ratito e hidratar nuestros cansados cuerpos, nos fuimos a visitar la Gouffre de Proumeyssac, también llamada la Catedral de Cristal, donde no pudimos hacer fotos de su interior, porque está totalmente prohibido hacerlas, no obstante aquí dejo su enlace. Realmente vale la pena su visita. Nos encantó.
http://www.perigord.com/proumeyssac/
Y desde aquí, viendo la hora y que ya habíamos visitado bastantes asentamientos trogloditas, obviamos la visita a Les Eyzeis de Tayac y marchamos a Sarlat, a degustar los famosos productos de la tierra, ya que se trataba de nuestra última noche en esta ciudad y había que celebrarlo. Posteriormente disfrutar de la camita, que mañana comenzamos el regreso.
9ª Etapa. Sarlat –-Cahors- Saint Antonin - Noble Val –Cordes-Sur-Ciel – Albi
Como siempre, quedamos a las 8,00 horas y después de degustar la famosa bollería francesa, emprendemos la marcha hacia Cahors. En el desayuno nos hemos parado demasiado, así que como queremos llegar prontito a Albi y poder visitar su famosa Catedral de ladrillo rojo y nos quedan previamente las visitas de Saint Antonin Noble Val y sobre todo Cordes Sur Ciel, decidimos no visitar el famoso puente de Cahors, ya que se encuentra bastante céntrico y nos dió la impresión de que se trata de una ciudad grande, por lo que perderiamos muchisimo tiempo con el trafico. Rodeamos Cahors por la circunvalación y nos encaminamos a Saint Antonin Noble Val, se trata de una ciudad medieval pero que aun necesita bastante rehabilitación. No nos gustó demasiado.
Continuamos la marcha y llegamos a Cordes-Sur-Ciel justo a la hora de comer, así que antes de nada buscamos un lugar donde hacerlo, cosa que fue facilísimo y tras la reparadora comida y tomado un “cafecito” para despertarnos, nos subimos a un trenecito, que por el precio de un euro te sube y baja al casco histórico de la ciudad. La pendiente es durísima y no se puede subir con las motos (está prohibido), así que el trenecito es una magnifica opción.
Se trata de un pueblo medieval situado sobre un monte con cuatro murallas concéntricas que protegen un conjunto de calles estrechas y tortuosas parecidas a un laberinto. El primer recinto, datado de principios del siglo XIII, es aún más visible desde la cima del monte. La iglesia de Sant Miquel, con un campanario muy particular, se comenzó a construir el 1263 y se fortificó el siglo XIV. Las fortificaciones fueron modificadas varias veces hasta el Renacimiento. Realmente vale la pena su visita.
Y desde aquí, directamente para Albi. El hotel estaba en pleno centro, asi que una vez guardadas las motos, duchitas y a paser por Albi y visitar su famosa catedral de ladrillo rojo. Fueron las arcillas de este río la materia prima para elaborar los ladrillos rojos que caracterizan su arquitectura local, ya sea en su catedral, en sus casas, puentes, palacios o molinos.
Ciudad fundada en tiempos del Imperio romano, conocida como Albiga. La secta herética de los albigenses, desarrollada en los siglos XII-XIII toma su nombre de esta ciudad. Esta secta religiosa, dotada de una profunda religiosidad, surge frente al problema del mal recurriendo al sistema dualista del tipo maniqueo: Todo lo carnal procede del mal y la adhesión al Dios del bien exige una abstinencia carnal. Trataban como iguales a las mujeres y aceptaban las diferencias de credo, a la vez que defendían que el infierno no existe. Sólo los puros, los cátaros, ponían en práctica este principio. Para éstos, Dios no se pudo encarnar, entrando en clara contradicción con la doctrina de la Iglesia. Los adeptos se agrupaban en comunidades que se vieron favorecidas frente a la inmoralidad imperante, obteniendo el apoyo de los nobles, la burguesía local y la población en la comarca del Languedoc, en el sureste francés, donde se respiraban aires de mayor libertad frente a la presión de la Iglesia católica.
10 Etapa. Albi-Huesca
Después de patearnos, bien pateada la ciudad y visitados sus monumentos más emblemáticos, por la mañana ponemos rumbo a España. Circunvalamos Toulouse sin pararnos. Queríamos cruzar los Pirineos por el túnel de Bielsa, cruzando la estación invernal francesa por la D-173 (por Arreau y St. Lary). Carretera con multitud de curvas, algunas bastantes cerradas y con fortísimos desniveles y grandísimos barrancos, lo que hace que uno aprecie y admire el valor de los camioneros, para meter esos pedazos de camiones por esas peligrosisimas carreteras, sumamente estrechas, con esos barrancos, esas curvas tan cerradas y esos desniveles. Chapeau por los camioneros. La llegada a la frontera, una vez cruzado el túnel de Bielsa, cambia radicalmente el estado de la carretera. En España son una autopista en comparación el tramo francés.
El túnel de Bielsa fué construido por un convenio internacional entre el Gobierno español y el Consejo General del departamento de los Altos Pirineos durante la década de los años 70. El alcalde de la localidad de Saint-Lary, Vincent Mir, fue su principal propulsor. Tras varias demoras debidas a problemas técnicos, el túnel fue puesto en servicio en octubre del año 1976.
Los rigores del clima pirenaico y la falta de atención por parte de las autoridades españolas y francesas deterioraron mucho el túnel, por lo que a comienzos del siglo XXI se acometieron obras de reforzamiento y se mejoró la seguridad al instalarse un semáforo que impide que dos camiones se crucen en el interior del estrecho túnel y en el año 2008 la Comunidad Autónoma de Aragón y el departamento de Altos Pirineos, firmaron un acuerdo para formar un consorcio que gestiona de manera conjunta tanto el túnel internacional como varios kilómetros (4,5 Km. de la carretera autonómica A-138 en España y 6,1 Km. de la carretera departamental RD-118 en Francia) de las carreteras que sirven de acceso al mismo desde ambos países, siendo su cometido principal la limpieza invernal para mantener abierto el paso transpirenaico.
Nada mas pasar el túnel y descender unos kilómetros, buscamos un restaurante donde comer; cosa que hicimos fabulosamente, en un restaurante al pie de la carretera.
Después de haber repostado e hidratados nuestros cuerpos, emprendimos la marcha para visitar AINSA. Su núcleo original, que se emplaza en un promontorio sobre la confluencia de los ríos Cinca y Ara, está formado por dos calles casi paralelas, la calle Mayor y la calle Santa Cruz, por la plaza Mayor que se sitúa a continuación del castillo situado en una explanada, a proximidad de la Cruz Cubierta, templete donde la leyenda sitúa el milagro de la aparición de la cruz de fuego sobre una carrasca, que dio la victoria a las tropas cristianas al mando del rey García Jiménez. Con clara distribución medieval, el casco histórico de Aínsa está declarado Conjunto Histórico-Artístico desde 1965. Actualmente es un centro turístico de relevancia en toda España.
Tras visitar Ainsa, queríamos conocer una nueva carretera, recién abierta, que comunica el pueblo de Fiscal con Yebra de Basa. Magnifica obra de infraestructura en un terreno muy abrupto y complicado. Precioso paisaje, con unas vistas magnificas y desde allí, directamente encaminamos nuestras motos hasta Huesca.
Huesca cuenta con 52 443 hab. (INE 2011), repartidos en una superficie de 161,03 km², con lo que es una de las capitales de provincia con menor población en España. En ella vive casi un cuarto de la población de la provincia. Celebra sus fiestas mayores en honor a San Lorenzo, patrón de la ciudad, del 9 al 15 de agosto. (Todas las calles estaban ya preparadas para la fiesta, con sus famosas parrillas colgadas)
Desde la ciudad se puede ver la sierra de Guara cuya cima llega a los 2077 m de altitud, por eso también es conocida como "la puerta de los Pirineos". La historia de Huesca empezó con los íberos en la antigua Bolskan celtíbera donde se acuñó bastante moneda. Los romanos conquistaron la ciudad, famosa por su ceca donde se constituyó la academia de la Latinidad (futura Universidad Sertoriana). Tras los visigodos, los árabes tomaron la ciudad convirtiéndose en una de las ciudades más septentrionales de Al-Andalus. Tras la toma por los cristianos la ciudad tuvo un estrecho vínculo con los reyes de Aragón. En la actualidad es la segunda ciudad de Aragón y la sede de la Diputación Provincial de Huesca.
Después del alojamiento en el Hotel, duchita y cambio de ropa, salimos a dar una vuelta. Como Huesca ya la conocíamos todos, nos fuimos a cenar a la plaza Mayor, donde lo hicimos fabulosamente. Visitamos una de las tiendas más antiguas (sino la mas antigua) de las existentes en España y después nos dimos una vuelta por los monumentos mas emblemáticos de Huesca.
11 Etapa. Huesca- Aranjuez.
A la mañana siguiente, después del correspondiente desayuno, encaminamos la marcha hacia Madrid, donde estuvimos realizando la comida y posteriormente nos dirigimos hacia Aranjuez, donde teníamos decidido pasar la tarde y noche. Es uno de los Reales Sitios de la Corona de España desde que Felipe II así lo nombrara en 1560, aunque posee además el título de villa desde 1899, razón por la cual el municipio es conocido como Real Sitio y Villa de Aranjuez.
Es famoso por su Palacio Real, sus Jardines y por el trazado cuadricular de sus calles, por sus huertas de fresas y espárragos, por haber servido de inspiración al compositor Joaquín Rodrigo para su Concierto de Aranjuez, así como por el llamado Motín de Aranjuez, que tuvo lugar en dicha localidad en 1808, y que terminó con la abdicación de Carlos IV en favor de su hijo Fernando VII. El Paisaje cultural de Aranjuez fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001.
12 Etapa. Aranjuez- Córdoba
Juanlu y yo (Fity se quedaba en Madrid) quedamos tempranito, porque queríamos llegar a Córdoba lo antes posible. Así que después el oportuno desayuno, enfilamos la autovia A-4, con bastante tráfico (era fin de semana y comienzo de vacaciones para muchos), dirección a Córdoba, por lo que al circular por autovia y ser una etapa de transición no hay nada digno de destacar.
Pues bien, a groso modo, este ha sido el relato de nuestro viaje al Perigord y del que hemos quedado bastante satisfechos, ya que hemos combinado paisajes, vistas de ensueño, historia, monumentos, gastronomía, etc. etc. Por lo que se han cubierto las expectativas mas exigentes y optimista que teníamos sobre esta comarca francesa y que desde aquí recomiendo al que tenga pensado visitarla.
Y por ultimo, no podiamos olvidar a nuestras queridas máquinas que tantas satisfaciones y tan bien se han portado en este viaje.
